jueves, 16 de febrero de 2012

¿Dopaje generalizado?

¿Será que sólo nos dopamos los españoles? ¿qué tenemos que entender por dopaje? No soy ningún experto en el asunto, como muchos de los que opinan sobre el tema, pero os expongo una hipótesis que no creo que se aleje mucho de la realidad.

En el mundo de la competición deportiva de alto nivel, una centésima o medio metro puede marcar la diferencia entre un record del mundo o un honorable segundo puesto.  Pero no debemos olvidar que estamos hablando de un nivel físico con un rendimiento altísimo.  Totalmente fuera del alcance de las personas normales y corrientes que practicamos habitualmente algún tipo de deporte para mantenernos en forma.

Estas marcas "sobrehumanas" fruto de un excepcional rendimiento físico deben tener su apoyo en un duro entrenamiento, pero también, imagino, en una ayuda por parte de mejoras en la nutrición convencional así como una variedad de sustancias químicas legales que incrementen la eficacia corporal.

Por ello, tenemos a un equipo de profesionales, ya sean médicos deportivos, nutricionistas, etc. que suministran todo tipo de sustancias legales a los deportistas para estar en condiciones de marcar la diferencia en esa centésima o ese medio metro que llevará a la victoria.

Cuando digo legales, me refiero a que los indicadores bioquímicos no deben superar el marco normativo vigente en cada momento, pero nada se dice de qué hay debajo de esa línea.  Pues bien, deduzco que lo que hay es una competencia muy intensa, y un esfuerzo por maximizar el rendimiento con la única restricción que mantener los niveles corporales sólo un poco por debajo de esos límites.

Obviamente el cuerpo humano no es una máquina exacta, y existirán ocasiones (por cansancio, combinaciones de sustancias, y otros factores) en las que se rebase por muy poco el umbral legal.  Si a ese preciso momento le añadimos un control anti-doping a un atleta/deportista conocido internacionalmente, pues ya tenemos la noticia en los medios.

Con este argumento no pretendo justificar ni mucho menos una práctica ilegal, pero considero que no es posible mantenerse en un nivel de exigencia tan alto sin ayudas externas.   Debemos ser conscientes de ello.  Seguramente si un deportista de élite decidiera dar la espalda a este tipo de apoyos, no tendría ninguna posibilidad de competir, ya que siempre habrá otro que sí cuente con esas ayudas.

Y no quiero terminar sin lanzar un mensaje de admiración y respecto hacía aquellos deportistas que con su esfuerzo, dedicación y trabajo diario sacrifican gran parte de su vida por un objetivo tan legítimo como es la superación personal y la noble competencia, en el esfuerzo por aportar un valor añadido a su vida, su pueblo o su país.  Todo ello sin un apoyo económico claro y decidido por parte de la administración, y menos en estos tiempos que corren.

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